lunes, 24 de enero de 2011

la química del amor

Hay miles de artículos sobre la bioquímica del amor, sobre su fisiología, sobre las estructuras cerebrales implicadas, sobre su psicología. Por eso voy a hacer un breve resumen de todas ellas, para luego centrarme en su significado evolutivo: porqué existe el amor romántico, porqué su intensidad, porqué su irracionalidad.

En el amor están implicadas hormonas como la oxitocina y vasopresina, que nos ayuda a forjar lazos permanentes entre amantes tras la primera oleada de emoción; la dopamina, la hormona de la felicidad implicada en los circuitos de recompensa, que nos indica que lo que estamos haciendo (estar con “esa persona”) está bien; la fenilalanina, encargada de hacernos sentir la euforia del primer momento; endorfinas, que nos hacen sentir alegría al estar con la persona adecuada o la serotonina, que nos hace sentir placer y bienestar. De las sensaciones más físicas, como puede ser que se nos acelere el pulso, aumente la sudoración o se te seque la boca, se encarga la adrenalina. Esta sensación es corta, porque si no sería contraproducente, y más que estar enamorados, tendríamos la sensación de estar estresados.

Las estructuras cerebrales que participan en el proceso de enamoramiento son básicamente las que participan en los circuitos en los que están implicadas las hormonas antes mencionadas. De ellas las más representativa son: el córtex cingulado anterior, que regula la presión sanguínea y la frecuencia cardiaca, además de participar en funciones cognitivas como la predicción de recompensa, toma de decisiones, sentimiento de empatía y reacciones eufóricas y emocionales (a este nivel, marcar un gol, ganar un videojuego, consumir una droga o ver a la persona amada son exactamente lo mismo ;));
la amígdala, implicada en la respuesta y memoria emocionales; o el hipotálamo implicado en activar la segregación de hormonas sexuales como la testosterona (esta área es activada en el amor romántico pero no en el amor maternal).

También existen otras áreas cerebrales que son desactivadas cuando uno está enamorado, en especial una parte del córtex prefrontal (el área del cerebro situada justo debajo de la frente) implicada en el juicio y crítica social (por eso el amor es ciego, nunca vemos los defectos de “el otro” (tampoco de nuestros hijos, hermanos,…)), y otras relacionadas con emociones negativas como la depresión, la agresividad y el miedo (todo parece maravilloso).

Publicado en la Bitácora de Beagle, el amor es irracional

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